Las goletas son estructuras creadas por el hombre que se construyen en la desembocadura de los ríos para evitar que la arena y los sedimentos se acumulen en el puerto o en la playa cercana. Sin embargo, estas estructuras también tienen un impacto negativo en la vida marina. La construcción de una gola puede alterar el flujo natural del agua en una zona, lo que afecta la circulación de la misma.

Además, las goletas son barreras artificiales que pueden impedir el paso de los peces migratorios, lo que los deja atrapados en un área limitada y provoca que sus poblaciones disminuyan. Este hecho afecta a la cadena alimentaria, ya que son una importante fuente de alimento para otras especies mayores.

Las goletas también pueden generar cambios en la cantidad de nutrientes que llegan hasta la costa, lo que puede alterar la vida marina. La acumulación de materia orgánica cerca de la costa puede generar floraciones de algas tóxicas que pueden afectar la salud de los seres humanos y los animales marinos que habitan en esta zona.

Por tanto, es importante que antes de construir una goleta se estudie el impacto que esta puede tener en el medio ambiente y se tomen medidas para minimizar su efecto negativo. El objetivo debe ser encontrar un equilibrio entre las necesidades humanas y la conservación del ecosistema marino.