La Etapa 17 del Tour de Francia es una de las más desafiantes y emocionantes de todo el recorrido. La etapa comienza en la ciudad de Muret y se extiende por un total de 178 kilómetros hasta la línea de meta en el pueblo de Saint-Lary-Soulan, en los Pirineos.

Los ciclistas enfrentan una serie de desafíos en esta etapa, incluyendo algunas de las subidas más difíciles de todo el tour. La primera subida importante llega a los 30 kilómetros de la etapa, con el ascenso a Col de Menté, que se extiende por 7.1 kilómetros y tiene una inclinación promedio del 8.1%. Los ciclistas tendrán que trabajar duro para mantener el ritmo y superar esta subida.

Otra subida importante se encuentra en el km 97 con el Col de Peyresourde, una subida de 7.4 kilómetros con un promedio del 7,8%. Esta subida tiene curvas cerradas y pronunciadas, lo que la hace aún más exigente para los competidores.

La cima del Col de Peyresourde es seguida por un descenso peligroso y rápido, lo que obligará a los ciclistas a mantener una gran precaución para evitar caídas y lesiones. La etapa también incluye una subida final de 10.2 kilómetros en Saint-Lary-Soulan, que tendrá un impacto significativo en la clasificación general.

Esta etapa es sin duda una de las más exigentes del Tour de Francia y separará a los ciclistas más fuertes de los más débiles. La belleza de los Pirineos y las espectaculares vistas hacen de esta etapa una de las más impresionantes del Tour.